No estoy bien. ¿Qué puedo hacer?
Este contenido se publicó originalmente en SOM Salut Mental 360º el día 19/10/2023. Puedes ver el original en este enlace.
Hay momentos en que nos sentimos mal emocionalmente y a veces cuesta saber qué tenemos que hacer. Sentirte así es normal, todos en algún momento de la vida vivimos momentos complicados o difíciles que nos producen malestar. Tienes que saber que sentirte triste, decaído, sin ganas de hacer nada, con dificultades para concentrarse, con ansiedad o miedo por el futuro, por ejemplo, no significa que tengas un problema o trastorno de salud mental y que necesites ayuda psicológica, sino que a menudo forma parte de lo que denominamos malestar emocional. Es importante que si te sientes así prestes atención y puedas actuar para que no vaya a más, ya que afecta tu bienestar emocional y mental.
Tener malestar no quiere decir que no puedas ser feliz. La felicidad no viene solo cuando hacemos lo que nos gusta ni es inmediata. El normal es no sentirse feliz continuamente. La vida nos plantea a diario muchos retos tanto en la escuela como en casa, en nuestro tiempo de ocio o cuando empezamos a trabajar. Lo normal es sentir todo tipo de emociones.
En momentos difíciles puedes tener en cuenta estos consejos para hacer frente a tus emociones y pensamientos:
Algunas cosas que puedes hacer
- Practica la atención plena o mindfulness y escucha como se siente tu cuerpo: cuáles son tus sensaciones físicas, las emociones, los pensamientos… Utiliza esta información para poder compartir con los otros y tomar mejores decisiones.
- Dedica tiempo a las actividades que te hacen disfrutar. Practica tus hobbies o busca nuevas aficiones, actividades grupales relacionadas con las actividades que te gustan.
- Cuando te sientas mal, pide ayuda y acéptala cuando la recibas.
- Rodéate de personas que te hagan sentir comprendido y escuchado y mantén el contacto con ellas.
- Piensa cuáles son tus objetivos en la vida, sobre todo, aquellos a corto y mediano plazo. Te permitirá enfocarte en tareas y actividades que te acerquen a lograr estos objetivos, y podrás construir una vida con sentido y que merece la pena ser vivida, a pesar de la adversidad.
- Continúa conectado con tu círculo social y amplía tus redes: compañeros y compañeras de clase, actividades extraescolares, actividades organizadas, contacto con los vecinos y vecinas.
- Pon en práctica habilidades como la capacidad de tomar decisiones responsables, valorando los diferentes escenarios, tus habilidades sociales, como ponerte en el lugar del otro, escuchar activamente, compartir tus experiencias y expresar emociones, y de solución de problemas o dificultades.
- Intenta destacar tus cualidades positivas, tenlas presentes. Por ejemplo, podrías hacer una lista de las cualidades y habilidades propias que aprecias o preguntar a personas próximas sobre qué cosas valoran de ti.
- Trabaja también para cambiar o mejorar aquellas cualidades que no tienes tan desarrolladas y que te podrían ayudar a hacerte sentir y funcionar mejor; como, por ejemplo, quiero mejorar en mi perseverancia con los estudios, y por eso estableceré pequeñas metas a corto plazo. Por ejemplo, hacerme un horario de estudio realista, pedir ayuda a la orientadora escolar para aprender técnicas de estudio, empezar a ir a la biblioteca a estudiar.
- El journaling, anotar en una libreta o en un diario lo que vas experimentando, ayuda a mejorar el bienestar. Enfócate en las situaciones, los pensamientos, las emociones y las conductas y en cómo se conectan entre ellos. ¡Sacarlo fuera te libera por dentro!
- Si te resulta difícil poder gestionar este malestar, pide ayuda a personas de tu confianza de la familia, el instituto o de tu entorno social. Recuerda que, con el apoyo adecuado, puedes aprender a gestionar mejor el malestar y tus emociones.
Híabitos saludables y de autocuidado
- Estructura tu día. Intenta mantener horarios, rutinas habituales, actividades académicas y de ocio equilibradas.
- Haz ejercicio físico. El que más te guste, pero intenta que sea de forma regular.
- Mantén una higiene del sueño adecuada; sigue los mismos horarios para acostarte y levantarte, evita las bebidas energéticas o el café, mantén rutinas específicas que repitas cada noche, haz algún deporte por la tarde e intenta no dormir durante el día.
- Limita el uso de pantallas: limita el uso del móvil en algunos momentos del día, no tengas el móvil al alcance de la mano cuando te vayas a dormir.
- Come de forma saludable: consume más frutas y verduras, evita productos ultraprocesados y picar entre horas.
- No todo es estudiar y atender tus responsabilidades. Es importante que tengas tu tiempo de ocio, tanto para hacer cosas en grupo como tú solo.