Superar el acoso escolar
Este contenido se publicó originalmente en SOM Salut Mental 360º el día 8/3/2021. Puedes ver el original en este enlace.
El acoso escolar o bullying es una realidad que actualmente está presente en nuestros contextos educativos, es un fenómeno de grupo y, por tanto, una responsabilidad de todos. Es un tipo de maltrato que podemos relacionar con una alteración del mundo interior (pensamientos y emociones) y el propio desarrollo personal de niños y jóvenes, sea cual sea el rol que ocupen.
La infancia y la adolescencia ya es un momento de vulnerabilidad, si a ello le sumamos la realidad de muchos niños y niñas y adolescentes que conviven con un trastorno de salud mental, esta vulnerabilidad aumenta. Cuando es un caso de acoso entre iguales, la posibilidad de sentirse incapaz de afrontar esa complejidad emocional es aún mayor. ¿Quién no se vería vulnerable si se encontrase ante una experiencia así? ¿Quién no se preguntaría si sería capaz de superar todas esas emociones conectadas con el malestar?
Tenemos la oportunidad de hacerlo mejor de lo que hasta ahora conocemos.
No podemos permitirnos no acompañar las consecuencias emocionales en la persona en rol de víctima. Tampoco podemos dejar pasar las consecuencias emocionales de quién se ha situado en el rol de agresor o agresora y tampoco podemos dejar que las personas espectadoras (familias, educadores y educadoras y grupo) se construyan viviendo y permitiendo ese dolor.
Potenciar un buen acompañamiento cuando detectamos un caso de acoso escolar implica influir positivamente en el éxito académico, la convivencia, el propio sentido de vida y la vida saludable.
En tu mirada preventiva, te proponemos que contemples la educación emocional como un activo. Es clave para incidir y reforzar aquellas emociones, pensamientos y actitudes que ayudan a reencontrar el bienestar. Con una buena base socioemocional, la detección y la actuación ante un caso, es más sencilla de acompañar.
Potenciar nuestras fortalezas como comunidad ayuda a dar respuesta desde las propias habilidades, a poner fin a las violencias tomando conciencia, reorientar la mirada eligiendo bienestar y, así, poder iniciar procesos de reparación del dolor para poder llevar a cabo la restauración (los roles en el grupo, las necesidades individuales, la vivencia justa y digna de las relaciones, etc.).
¿Cómo cuidar con intención de reparar? ¿Qué tener presente desde una mirada joven y a la vez desde las familias o las instituciones? ¿Cómo afrontar con mirada restaurativa? ¿Qué herramientas ayudan a superar el acoso escolar?
Cómo ayudar a los alumnos y alumnas a superar una situación de acoso escolar:
- Favorecer un lenguaje impecable y no violento, fomentar herramientas que promuevan el dialogo como círculos de paz o ruedas de palabra, promover una justicia reparadora, la responsabilidad colectiva, un enfoque hacia la no discriminación y a la apreciación de la diversidad.
- Ofrecer estrategias socioemocionales de prevención que permitan reforzar las capacidades y fortalezas en la resolución positiva de conflictos.
- Potenciar la autoestima.
- Disponer de recursos para la observación del bienestar y las relaciones, empoderando a los jóvenes para comunicar alertas que, una vez detectadas, sean rápidamente comunicadas al resto del equipo educativo y a todas las personas implicadas en la resolución.
- Prestar atención a posibles señales de alarma: falta de asistencia al colegio, cambios en la comunicación y la expresión, nervios y preocupaciones, síntomas psicosomáticos, etc.
- Construir espacios donde sea fácil expresar las vivencias de grupo, con escucha y diálogo, dejando sentir. Atender a las necesidades comprendiendo su mundo emocional. Sin juzgar.
- No criminalizar a la persona en rol de agresor y evitar en todo momento la re-victimización de quien ha sido situado en rol de víctima.
- Conectar con el dolor (el que nos genera a todos vivir dentro de la violencia) y ayudar a entender emociones y pensamientos que ayudan a reparar el malestar y restaurar el bienestar (físico, mental y emocional).
- Acompañar a sanar. Por ejemplo, afrontar la culpa desde el perdón.
- Fomentar habilidades socioemocionales como la resiliencia para reconstruir roles y formas de relación. Por ejemplo, dejar atrás el rol de agresor para construir nuevas formas de relación sin violencia.
Artículo en colaboración con el Equip SEER (Salut i Educació Emocional) y PDA Bullying (Prevenció, Detecció, Actuació).