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¿Cómo detectamos la ansiedad en adolescentes?

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Señales alarma ansiedad adolescente

Este contenido se publicó originalmente en SOM Salut Mental 360º el día 30/5/2022. Puedes ver el original en este enlace.

La presentación de los trastornos de ansiedad en la adolescencia puede variar de un adolescente a otro. Algunos de los síntomas que suelen aparecer son temores y preocupaciones excesivas, inquietud y una tendencia a ser excesivamente prudente, nerviosismo y tensión.

El rasgo característico de los trastornos de ansiedad es la evitación, a nivel conductual (acciones), y la intolerancia a la incertidumbre, a nivel cognitivo (pensamiento). La evitación a veces es muy evidente, como cuando el adolescente con ataques de pánico y agorafobia evita ir a lugares públicos por miedo a presentar síntomas de ansiedad, pero otras veces es más sutil incluyendo, por ejemplo, dudas excesivas, aislamiento, resistencia, etc.

Además, todos los trastornos de ansiedad incluyen de un modo u otro la anticipación de catástrofe o amenaza («y si...»; «suspenderé»; «se reirán de mí», etc.).

Las diferencias básicas entre los diferentes trastornos de ansiedad tendrán que ver con el contenido de estos pensamientos negativos y del estímulo percibido como amenazante.

Principales trastornos de ansiedad (Faros. Basado en DSM-5)
Trastorno Foco del miedo
Trastorno de ansiedad por separación (TAS) Miedo a la separación de figuras de apego
Mutismo selectivo (MS) Miedo a hablar en algunas situaciones (por ejemplo escuela), mientras que sí se habla en otras (en casa). Típicamente se inicia en la etapa infantil, y habitualmente se resuelve en la infancia
Fobia específica (FE)
  • Animales
  • Entorno natural.
  • Sangre-inyecciones-heridas.
  • Situaciones específicas: escuela, aviones, ascensores, espacios cerrados... 
Trastorno de ansiedad social (Fobia social, FS) Situaciones sociales en las que la persona puede estar expuesta a examen por parte de otros.
 
Trastorno de pánico (TP) Ataques de pánico
Agorafobia Lugares en los que puede ser difícil escapar.
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG) Preocupaciones excesivas (anticipaciones aprensivas) ante cuestiones cotidianas.
Trastorno obsesivocompulsivo (TOC) Pensamientos intrusivos (obsesiones) y conductas compulsivas.
Ansiedad por la salud Miedo a tener alguna enfermedad
Trastorno por estrés postraumático (TEPT) Experiencias traumáticas.

 

En la práctica, estos miedos se traducen en conductas evitativas y reaseguradoras que permitan tener «controlado» el estímulo temido.

En el caso de la ansiedad de separación (más habitual en niños que en adolescentes), encontramos dificultades para separarse de las figuras de vinculación. El niño evitará situaciones en que deba separarse y pedirá ayuda de sus progenitores incluso en tareas que no le suponen una excesiva dificultad y que podría afrontar solo.

En el trastorno de ansiedad social encontraremos adolescentes tímidos y que valoran mucho la opinión de los demás, incluso por encima de la suya. A menudo se cuestionan las intervenciones en contextos sociales hasta el punto que los podemos ver inhibidos o con respuestas ralentizadas. El adolescente con ansiedad social evitará situaciones deba exponerse a la opinión de los demás. Estas pueden ser desde situaciones en el ámbito académico (presentaciones orales, preguntar dudas en el aula...) hasta situaciones en el ámbito social (comer o bailar en público, participar en conversaciones en grupo de iguales...).

 

A los adolescentes con trastorno de ansiedad generalizada los podemos ver preocupados por tareas cotidianas como los deberes o los exámenes. Podemos observar cómo, a pesar de haber estudiado suficiente, se quedan repasando de manera excesiva. También pueden evitar escuchar las noticias por el malestar que les genera o pedir que les anticipemos los cambios por la dificultad que les supone la falta de control del entorno. En general, el adolescente con TAG es un adolescente que se preocupa excesivamente por una amplia gama de acontecimientos cotidianos, sin concretar una situación específica. Puede preocuparse excesivamente por catástrofes, por la salud propia y/o de su familia, por qué no le vaya bien el inicio de las clases, puede preocuparse también por algo que pasó hace tiempo, -por ejemplo, un comentario que dijo a un amigo-, y que tiene miedo a que se malinterprete, etc.

En los adolescentes con trastorno de pánico y/o ansiedad por la salud, notaremos que están muy pendientes de las sensaciones corporales y que enseguida detectan pequeños cambios, que nos consultan por el miedo que representen un ataque de angustia o un problema de salud importante. En el caso de la ansiedad por la salud, es posible que pidan que los llevemos al médico, y en el caso del trastorno de pánico y/o agorafobia puede que pidan ir a un lugar donde se sientan seguros (como sería en casa o en un espacio donde sea fácil salir).

 

En el trastorno de estrés postraumático se pueden observar manifestaciones diferentes. Podemos encontrar un adolescente hiperalerta, con dificultades para conciliar el sueño y relajarse, y que evita hablar de aquel acontecimiento que le resultó traumático. En ocasiones pueden recurrir al consumo de tóxicos para poder evitar estos pensamientos y recuerdos traumáticos.

Por último, en el trastorno obsesivo-compulsivo, aunque suele ser difícil detectar los pensamientos intrusivos desde fuera, sí podemos observar las conductas compulsivas, como lavarse las manos repetidamente, a pesar de estar limpias, etc.

Este es un artículo original de la Escola de Salut de l'Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, del 12º Informe FAROS «Una mirada a la salud mental de los adolescentes - Claves para comprenderlos y acompañarlos».

Área de Salud Mental. Hospital Sant Joan de Déu Barcelona