¿Influye la comunicación familiar en el desarrollo del adolescente?
Este contenido se publicó originalmente en SOM Salut Mental 360º el día 4/8/2021. Puedes ver el original en este enlace.
Los estudios llevados a cabo en las últimas décadas apuntan a que la calidad de la comunicación padres-adolescentes es clave para mantener una relación positiva y puede influir en diferentes aspectos del desarrollo del adolescente.
A continuación, señalaremos algunos de los resultados más relevantes:
Ajuste psicológico
Se ha encontrado una relación positiva de la autoestima adolescente con aspectos concretos de la parentalidad como la participación de cada uno de los progenitores, su disponibilidad y la calidad de la relación con los padres.
Un ambiente familiar abierto y positivo favorece el ajuste psicológico en la adolescencia, ya que los jóvenes que perciben que sus pensamientos y opiniones son valiosos muestran niveles más altos de autoestima. Del mismo modo, una buena comunicación y que los padres muestren interés por las actividades de sus hijos adolescentes se relaciona con un mayor respeto y cumplimiento de los límites y normas por parte de los hijos.
El estilo democrático se revela como el estilo óptimo. Se ha relacionado con una mayor autoestima y satisfacción vital, así como con el fomento de vínculos más seguros entre padres e hijos y un mayor sentido de autonomía, mejor madurez psicosocial, orientación al trabajo y competencia social así como una menor incidencia de problemas de inadaptación emocional.
El estilo sobreprotector también se ha asociado con altos niveles de autoestima mientras que los estilos de crianza autoritarios y negligentes se relacionan con niveles más bajos de autoestima.
Socialización
El contexto familiar desempeña un papel crucial en el desarrollo de habilidades para manejar conflictos. Se sabe que una relación positiva y solidaria entre padres y adolescentes fomenta el desarrollo de la autonomía de éstos y les posibilita expresar su propio punto de vista durante los conflictos.
En cambio, las interacciones negativas y controladoras entre padres e hijos socavan la autonomía de los adolescentes y pueden evocar comportamientos reactivos y de oposición contribuyendo a la generación de nuevos conflictos.
Un clima de apoyo parental basado en el apoyo a la autonomía del adolescente, y en una buena capacidad de respuesta por parte de los padres, se ha asociado con menor presencia de conflictos en la relación padres-hijos y una gestión de los mismos basada en la resolución positiva.
Conductas de riesgo
Los estudios apuntan a que la comunicación familiar saludable es un indicador clave de si un adolescente se involucrará en conductas de alto riesgo. Se ha argumentado que los niños que perciben que sus familias son más cohesivas y presentan mayores niveles de apoyo emocional tienen menos probabilidades de suicidarse y de iniciar relaciones sexuales de forma precoz. Del mismo modo, en el campo del consumo de tóxicos se ha destacado el importante papel protector de la familia como factor mediador de otros predictores de consumo.
También se ha encontrado una asociación importante entre disfunción familiar e inicio precoz de las relaciones sexuales completas.
Conductas agresivas
Numerosos estudios han señalado que el comportamiento desadaptativo y violento de los adolescentes se asocia con prácticas educativas inapropiadas, una ineficaz supervisión y orientación por parte de los padres y con relaciones negativas entre los miembros de la familia. Dicho de otro modo, la familia puede actuar como factor protector contra el comportamiento agresivo de los adolescentes.
Los adolescentes que se sienten emocionalmente involucrados con su familia muestran una mayor confianza e independencia y una menor tendencia a cometer actos violentos y antisociales. El comportamiento de intimidación (bullying) se ha relacionado con varias variables familiares y modelos de crianza, como la baja participación de los padres, una crianza severa y autoritaria, desacuerdo entre los padres, así como con altos niveles de estrés de los padres.
La victimización entre compañeros también se ha asociado con tipos de crianza como altos niveles de crianza agresiva y reactiva, alta exigencia intrusiva y baja capacidad de respuesta por parte de los padres y falta de relaciones cooperativas entre padres e hijos. En cambio, la cohesión familiar se ha señalado como una variable protectora para los roles tanto del acosador como de víctima.
Formación de la identidad en la adolescencia
La forma en que se relacionan los padres-hijos también repercutirá en la futura formación de la identidad de éstos últimos. Así, los estudios sugieren que los adolescentes cuyos padres apoyan su autonomía y se abstienen de usar el control psicológico, con mayor frecuencia se sienten libres de explorar y adoptar un propio sentido de identidad personal.
Por el contrario, los padres que se entrometen en los pensamientos y sentimientos internos de los adolescentes y aplican una cierta forma de pensar o actuar, tienen más probabilidades de inhibir la capacidad de los adolescentes de estar en sintonía con su yo interior, lo que dificulta las decisiones relacionadas con la identidad.
Ajuste escolar
En referencia al ajuste escolar, las investigaciones muestran que los adolescentes procedentes de familias con un estilo democrático presentan un buen ajuste escolar, con una adecuada competencia académica y orientación hacia la escuela, están menos involucrados en los episodios de mala conducta escolar y están más orientados a la consecución tanto de objetivos de dominio como de rendimiento.
En resumen, aunque en ocasiones la comunicación con nuestros hijos adolescentes pueda resultar difícil y frustrante para ambas partes, numerosos estudios constatan que la comunicación familiar es fundamental para facilitar su adecuado desarrollo socioemocional y la superación exitosa de esta etapa.
Este es un artículo original de la Escola de Salut del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Para más información sobre la comunicación familiar, consultad el 12º Informe FAROS «Una mirada a la salud mental de los adolescentes - Claves para comprenderlos y acompañarlos».